Motivación

Me decidí a crear este blog a causa de las múltiples demandas de amigos y conocidos que queríais seguir mi experiencia en Haití durante estos próximos meses.

Quiero especificar que mi trabajo e interés no radica tanto en la reconstrucción de la capital Port-au-Prince, sino en dar fuerza y continuidad a un proyecto de desarrollo nacido en la comunidad de Karis, en la región nord-este de Haití, y que siento que es una semilla fuerte capaz de inspirar una base más firme para este país tambaleante.

El nombre de este blog “Caminantes de Haití” está dedicado a aquellos haitianos que están caminando para tejer un futuro mejor, paso a paso cada día para Vivir; también a los que hemos dirigido nuestros pasos para caminar al lado de ellos.

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A continuación transcribo una entrevista de mayo de 2010 para el boletín del Centre de Cooperació pel Desenvolupament de la Universidad Politécnica de Catalunya (www.upc.edu/ccd), en la que se resume un poco las motivaciones e intenciones de este proyecto:

Soy Alícia, estudiante de arquitectura de la ETSAB-UPC en Barcelona y miembro de ESFA (Espacio Social y de Formación de Arquitectura)

- ¿Cuándo fuiste por primera vez a Haití, y qué hiciste?

Fui por primera vez a Haití con Roger, compañero de ESFA, en 2006. Nosotros ya habíamos estudiado la construcción autóctona en tierra en la región de Santiago del Estero en Argentina, con el MOCASE. Por eso Rosa, cooperante y consultora de algunas organizaciones haitianas y en Haití, nos invitó a ir a Karís para hacer un estudio y evaluación de la arquitectura autóctona en la región.

Nuestra contraparte era el SKDK (Sant pou a Kilti ak Developman Karis), que es una organización comunitaria nacida de una reflexión conjunta de todos los sectores de la población de Karis, como un espacio de diálogo, coordinación y unión de todos los grupos y personas que estaban trabajando para el desarrollo de la comunidad.

El 2006 la comunidad de Karis estaba acabando una profunda reflexión interna y diagnóstico para definir su Plan de Desarrollo Local, su “Sueño de Futuro”, para 15 años y que se tiene que materializar en subplanes cada 3 años.

Dentro de ese proceso de diagnosis habían detectado la problemática de la construcción y la confrontación que implican las nuevas formas de construcción con hormigón, que están desbancando las tradicionales con materiales locales, contribuyendo al empobrecimiento de la población por ser más caras y desarraigando la cultura local. Por esta razón nos pidieron de hacer un estudio comparativo y una evaluación de las técnicas constructivas.

La convivencia con la gente de Karís hizo que su “sueño” pasará a ser también nuestro sueño. Y cuando volvimos a Barcelona continuamos estudiando posibles soluciones constructivas basadas en las tradicionales para mejorarlas. Aplicando estas ideas en el Proyecto Final de Carrera de Roger, que consistía en una propuesta para el futuro Centro de Formación Profesional de Karis.

En el año 2008 volvimos a Karis para llevar ese retorno y compartir la propuesta arquitectónica del Centro de Formación, ya que este proyecto había surgido directamente de su Plan de Desarrollo Local como una de las acciones fuertes a realizar en el primer trienio. Pudimos comprobar como la comunidad está evolucionando, compartimos los estudios que habíamos hecho, hicimos algunas formaciones y empezamos a construir algunos prototipos.

- Explica un poco tu experiencia en Haití y la cooperación en general.

Mi experiencia en Karis me ha marcado profundamente y me ha dado esperanza en la posibilidad de construir un mundo mejor todos juntos.

Experiencias anteriores en África me habían defraudado mucho de la cooperación, de la poca conciencia con que se ha hecho muchas veces y de cómo puede llegar a hacer más mal que bien cuando no va acompañada de una voluntad comunitaria.

Ya después, el trabajo con el MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) en Argentina, ha sido mucho más gratificante y enriquecedor, y me ha dado las pautas de la que puede ser una buena cooperación, basada en una relación de confianza en que nosotros, como técnicos y personas, ponemos nuestro conocimiento y energía al servicio de una causa que la propia comunidad ha definido. Una contraparte fuerte, coherente, que saben hacia dónde se dirigen y que lo harán por sí mismos, con la ayuda de todos aquellos que se comprometen con su causa.

Con estas ideas ya claras como base indispensable para nuestros proyectos, conocimos Karis y el SKDK.

En este punto fue muy estimulante conocer una comunidad tan fuerte y coherente, pero sin estar tan politizada, sino con la voluntad de integrar todos los actores y personas que tienen la voluntad de mejorar la comunidad. Así SKDK se ofrece como un espacio de diálogo donde se encuentran tanto las cooperativas de azúcar y café y las mujeres artesanas, como el grupo de jóvenes católicos o el propio ayuntamiento, Ellos deciden y trabajan conjuntamente para mejorar la vida comunitaria. Y estoy feliz de contribuir en este trabajo a partir del intercambio de conocimientos y la voluntad.

Siento que podría poner mi energía en muchos otros proyectos y trabajos, en Barcelona o cualquier otra parte del mundo. Pero con ellos siento que mi trabajo contribuye a una buena causa, ni que sea para darles más confianza en sí mismos para continuar adelante. Todos juntos trabajamos para que el mundo sea un poco mejor, y ¿por qué no hacerlo desde una pequeña comunidad del nordeste de Haití que ya labró el campo para las semillas de la esperanza y la solidaridad?.

- ¿Qué tenéis pensado hacer estos meses en Haití? ¿Qué relación tiene con el terremoto?

Próximamente me desplazaré de nuevo a Haití, esta vez para quedarme 5 meses.

El terremoto y la necesaria reconstrucción hacen más evidentes la necesidad de encontrar sitemas constructivos apropiados y apropiables, sostenibles, baratos, con los recursos disponibles en el entorno, y adecuados a los riesgos naturales.

Preveo trabajar en formación en temas de construcción, acompañando el Centro de Formación Profesional. Asimismo también se pueden hacer formaciones a la comunidad en general y a técnicos locales.

Paralelamente intentaremos avanzar en la construcción del Centro de Formación Profesional, que por ahora dispone de una escasas aulas. Para eso estamos buscando otras fuentes de financiación.

- ¿Cuál es ahora la situación en la zona de Haití que vosotros conocéis? ¿En qué la ha cambiado el terremoto? ¿Cuáles crees que han de ser los siguientes pasos?

La zona de Haití donde estamos trabajando no fue dañada físicamente por el terremoto. Pero la catástrofe de Port-au-Prince tocó de muy cerca a muchas familias que tenían hijos y familiares en la capital.

Pero ahora mismo, la consecuencia más visible es la llegada de muchos exiliados de la zona devastada por el terremoto. Muchas personas con fuertes secuelas físicas y psicológicas, que vuelven a su tierra de origen o las casas de familiares, huyendo de la ciudad en ruinas. Al problema de acoger todos estos recién llegados se suma la dificultad de integración de unas personas con una hábitos de vida urbanos, muy diferentes de la tranquila vida rural de Karis.

El siguiente paso es continuar con más fuerza el proceso que Karis estaba haciendo. A falta de un gobierno nacional que de soluciones a los problemas de la población, son las comunidades las que toman las riedas de su desarrollo, autoreconociéndose y creando redes con otras comunidades. Y en eso Karis es una comunidad pionera en Haití, y que puede servir de ejemplo para un modelo de desarrollo que ya se está introduciendo en otras comunidades.

Entonces, ahora es preciso definir la nueva situación y adaptar el plan de desarrollo a les necesidades detectadas. Y una de los puntos de incidencia que a priori se han definido es la necesidad de dar herramientas a la población para construir y reconstruir con una tecnología apropiada y apropiable.

- ¿Qué situación esperáis encontraros? ¿Qué crees que será diferente en relación a las otras veces que habéis trabajado allá? ¿Cómo afrontas el reto?

Puedo imaginar que Karis ya no será un lugar tan tranquilo como era. El terremoto no ha dejado a nadie indiferente.

En los años anteriores que estuvimos allí nos quedó la sensación de la mayor parte de la población no tenía grandes esperanzas o confianza en el futuro, simplemente dejaba pasar los días. Pero ahora, han visto que dejar pasar los días no es garantía de que nada va a ocurrir. Esto ha generado en la gente una voluntad de hacer frente a la situación, y hacerlo unidos.

En los días inmediatamente posteriores al terremoto, las noticias internacionales sólo hablaban de la violencia y el caos que reinaba en las calles de Port au Prince. Pero la otra cara de la moneda era la solidaridad y organización de grupos de personas que se fueron uniendo en campamentos para compartir los pocos recursos y cuidar de los niños y ancianos. En medio del horror resurgió la solidaridad que antes era escasa.

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Nuestras aventuras en Karis en el año 2008 podeis encontrarlas en: http://elsacdelroux.blogspot.com/