En este blog encontrareis algunos pensamientos y experiencias de una cooperante en Karis, una pequeña comunidad del nordeste de Haiti con un gran sueño de futuro. Os invito a leer los apartados de "SKDK Y KARIS" y "MOTIVACIONES" para situaros en contexto.
martes, 16 de noviembre de 2010
digiriendo
A pesar de haber salido ya de Haití, en las próximas semanas espero poder escribir y explicar algunas de las aventuras y reflexiones que se quedaron en el tintero, enmarañadas en los hilos del vivir presente. Espero que también el tiempo me permita ir asimilando las experiencias vividas y me aporte todavía más aprendizajes.
frontera
El domingo pasé la frontera y ahora escribo desde Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Curiosamente, cruzar la frontera fue mucho más fácil de lo que esperaba, teniendo en cuenta la situación de alarma a causa de la epidemia de cólera.
Wanamet en Haití y Dajabón en República Dominicana se encuentran separados por el Río Masacre, que deve su nombre a una gran masacre de haitianos ordenada por un presidente dominicano en los años 30. Este mismo río se desbordó hace poco más de una semana por las lluvias del huracán Tomas, desamparando nombrosas famílias y llevándose alguna otra vida también.
Cruzando el Río Masacre se encuetra el puente que hace a la vez de unión y frontera entre Haití y República Dominicana.
Existe una especie de tratado por el que algunos días a la semana se permite el paso libre por ese puente, tanto a haitianos como dominicanos, para hacer los llamados mercados binacionales. En esos días el puente se convierte él mismo en el cauce de un río de personas y las más variadas mecancías, transportadas a cuestas, en carro o en carreta. La mayoría de los productos que se consumen en Haití son importados de esta forma.
A raíz de la alarma del cólera la República Dominicana empezó a restringir el paso por las fronteras. Primero dijeron que las cerraban, luego, frente a la fuerte presión, dijeron que las abrían. Yo no sabía qué me iba a encontrar. Sólo sabía que desde hace un par de semanas en el mercado de Karis casi no se encontraba nada para comprar, y los precios han subido considerablemente. La premsa decía que la frontera estaba abierta, pero las comerciantes, mujeres valientes que sin saber ni leer son capaces de cruzar fronteras y países para conseguir productos de primera necesidad que sin ellas no llegarían a las gentes haitianas, dicen que no se puede pasar al otro lado.
Con esas dudas y el temor a que me pusieran en cuarentena o me hicieran análisis de sangre (tengo pánico a las agujas!) me dirijí a la frontera. La puerta sobre el puente cerrada, sí, con soldados de la minustá y dominicanos frente a ella, y una larga fila de haitianos esperando bajo el sol de mediodía. Contraseña para pasar: tenen un pasaporte válido. La puerta se entreabre para dejarte pasar. Al otro lado, sólo tienes que lavarte las manos con jabón.
Es decir: pasaporte = no transmites el cólera!?
Curiosamente, cruzar la frontera fue mucho más fácil de lo que esperaba, teniendo en cuenta la situación de alarma a causa de la epidemia de cólera.
Wanamet en Haití y Dajabón en República Dominicana se encuentran separados por el Río Masacre, que deve su nombre a una gran masacre de haitianos ordenada por un presidente dominicano en los años 30. Este mismo río se desbordó hace poco más de una semana por las lluvias del huracán Tomas, desamparando nombrosas famílias y llevándose alguna otra vida también.
Cruzando el Río Masacre se encuetra el puente que hace a la vez de unión y frontera entre Haití y República Dominicana.
Existe una especie de tratado por el que algunos días a la semana se permite el paso libre por ese puente, tanto a haitianos como dominicanos, para hacer los llamados mercados binacionales. En esos días el puente se convierte él mismo en el cauce de un río de personas y las más variadas mecancías, transportadas a cuestas, en carro o en carreta. La mayoría de los productos que se consumen en Haití son importados de esta forma.
A raíz de la alarma del cólera la República Dominicana empezó a restringir el paso por las fronteras. Primero dijeron que las cerraban, luego, frente a la fuerte presión, dijeron que las abrían. Yo no sabía qué me iba a encontrar. Sólo sabía que desde hace un par de semanas en el mercado de Karis casi no se encontraba nada para comprar, y los precios han subido considerablemente. La premsa decía que la frontera estaba abierta, pero las comerciantes, mujeres valientes que sin saber ni leer son capaces de cruzar fronteras y países para conseguir productos de primera necesidad que sin ellas no llegarían a las gentes haitianas, dicen que no se puede pasar al otro lado.
Con esas dudas y el temor a que me pusieran en cuarentena o me hicieran análisis de sangre (tengo pánico a las agujas!) me dirijí a la frontera. La puerta sobre el puente cerrada, sí, con soldados de la minustá y dominicanos frente a ella, y una larga fila de haitianos esperando bajo el sol de mediodía. Contraseña para pasar: tenen un pasaporte válido. La puerta se entreabre para dejarte pasar. Al otro lado, sólo tienes que lavarte las manos con jabón.
Es decir: pasaporte = no transmites el cólera!?
Río Masacre (la foto es del mes de julio cuando llegué, ahora está todo enlodado después del desbordamiento) |
después de pasar la puerta en medio del puente... |
lunes, 8 de noviembre de 2010
días nublados
El ciclón tomas nos regaló cuatro días de cielo gris, lluvia y viento. Algún arbol que cayó y algún buey que resbaló en el barro abundante. Las montañas que rodean el valle de Karis nos protegieron de mayores daños.
El sábado aproveche para hacer una pequeña fiesta en el ojo del huracán. Fiesta de despedida pues me voy a finales de esta semana.
Sí sí, avancé mi regreso previsto para el mes de diciembre. Riesgo de cólera, riesgo de problemas con las elecciones presidenciales el 28 de noviembre, y un financiamiento que no acaba de llegar. Vuelvo a casa para retomar fuerzas y poder continuar el trabajo en Karis cuando la situación sea más favorable.
El sábado aproveche para hacer una pequeña fiesta en el ojo del huracán. Fiesta de despedida pues me voy a finales de esta semana.
Sí sí, avancé mi regreso previsto para el mes de diciembre. Riesgo de cólera, riesgo de problemas con las elecciones presidenciales el 28 de noviembre, y un financiamiento que no acaba de llegar. Vuelvo a casa para retomar fuerzas y poder continuar el trabajo en Karis cuando la situación sea más favorable.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
hablando del Mundo con los jóvenes de Karis
Las clases en el Centro de Formación Profesional de Karis discurren tranquilas y estimulantes con el verde de los campos de arroz como paisaje de fondo. Las montañas sin árboles también nos recuerdan la necesidad de cuidar el medioambiente. Y precisamente eso hemos estado trabajando las últimas semanas. Frente a la respuesta recurrente de “es que aquí no hay recursos ni trabajo” hemos estado intentando reconocer los recursos que sí tenemos y las posibilidades de trabajo que nuestro entorno nos ofrece. ¿Y esa frase que tanto he escuchado: “aquí no tenemos agua”? ¿Cómo se puede decir eso en un lugar donde llueve cada día y los ríos fluyen abundantes? ¿Cómo cambiar ese subconsciente fatalista y de derrota? Poco a poco las alumnas y alumnos han ido reconociendo el valor de su tierra fértil, su clima bondadoso, la cultura de sus antepasados... Y cómo nos reímos sorprendidos al recordar todas esas herramientas, instrumentos y cosas útiles que todos habían visto en manos de sus abuelos y que ahora habían olvidado intentando substituirlos por cachibaches de plástico caros e inútiles: las tinajas de arcilla que enfriaban el agua, las calabazas que hacían de platos, el molino de caña casero, instrumentos musicales imposibles de describir, zapatos de madera para caminar en el barro... Y luego nos ponemos a pensar por qué se está perdiendo esa cultura, al mismo tiempo que se están perdiendo los campos de arroz, al mismo tiempo que la gente está pasando hambre para poder construirse una casa de cemento que nunca llegarán a acabar.
Les mostré fotos del desierto, de las grandes ciudades contaminadas y grises. Hablamos del consumismo compulsivo, de las grandes potencias económicas, de las empresas que sólo quieren vender aunque sea al precio de la salud de nuestro planeta y los que en él habitamos. De cómo sin saberlo estamos controlados por los intereses económicos. Los campos de arroz están secos porqué durante un tiempo el arroz norteamericano era más barato que el local y los campesinos dejaron de cultivar los campos, pero ahora que el precio del arroz importado ha subido la gente pasa hambre porque los campos se perdieron. De nuestra responsabilidad con la Tierra, pues si ella muere nosotros también lo haremos, y cómo nosotros podemos ser sus pastores y cuidarla, en lugar de ser virus que la debilitan. La esperanza de los jóvenes como ellos mismos, porqué están formándose y podrán ser agentes de un desarrollo sostenible para su comunidad, su país y el mundo.
lunes, 25 de octubre de 2010
no hay cólera en Karis
A vistas de la alarma que está corriendo sobre la epidemia de cólera en Haití, informo que yo estoy bien y que no ha llegado a Carice. De hecho dicen que es difícil que llegue aquí, pues estamos en lo alto de las montañas y los ríos van hacia abajo. En cualquier caso ya hemos empezado una campaña de información para la prevención de la enfermedad.
viernes, 15 de octubre de 2010
Imágenes de Port au Prince 2
Bueno bueno, volvemos a tener conexión a internet en Karis y aprovecho para acabar de colgar algunas fotos de Port au Prince, la vida en las calles i los campamentos.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Imágenes de Port au Prince
Imágenes veloces y desenfocadas de Port au Prince, tomadas en equilibrio inestable desde un "taptap", camioneta o moto-taxi.
martes, 21 de septiembre de 2010
Port au Prince, punto y seguido
Al llegar a Port au Prince me invade el desconcierto. Siete meses después del terremoto montones de ruinas por todas partes i edificios en contusiones plásticas como hechos de plastilina, otros doblados como acordeones, tres pisos que se convirtieron en uno solo, y la vida sigue imparable en la capital de Haití! Los haitianos no pueden estar quietos, el instinto de supervivencia se impone, y la capacidad de adaptación ha caracterizado este pueblo a lo largo de su historia. Allí donde quedan un par de paredes de pie y un techo, se ha instalado una familia. En lo alto de los edificios caídos han montado tiendas de campaña, y sobre los montones de ruinas aparecen los chiringuitos que venden de todo. Personas caminando tranquilamente por la acera pasando a tocar de montones de hormigón e hierros en equilibrio inestable, y comercios funcionando en planta baja debajo de dos pisos derruidos. El gris de las ruinas camuflado por los coloridos montones de basuras, plásticos de todos los colores que poco antes se exponían en en los estantes y esteras de los vendedores informales que ocupan toda la vía pública, motor de base de la economía nacional.
Y así la ciudad es colonizada de nuevo. La vida se apodera del espacio y la actividad incesante impide pensar. Los campamentos se han convertido en asentamientos. Grandes extensiones de tiendas de campaña y barracas cubren las superfícies de plazas y rincones, creando una crosta que mal esconde la herida, todas las personas que estan viviendo sin higiene ni privacidad en el duro asfalto de Port au Prince. Y en la otra acera la placa de una conocida ONG en la reja de una de las mansiones alquiladas a precios que rondan los 1.500 US$ mensuales.
Todos conviven en Port au Prince, los ricos, los pobres, las ratas, la porquería, y ahora también los restos del terremoto. Y cada cual hace su vida sin preocuperse por los otros, sin mirar qué pisan, sin hacerse muchas preguntas.
La nueva postal de Haití es la imagen del Palacio Nacional, medio derruído, que nadie ha tocado todavía.
Y así la ciudad es colonizada de nuevo. La vida se apodera del espacio y la actividad incesante impide pensar. Los campamentos se han convertido en asentamientos. Grandes extensiones de tiendas de campaña y barracas cubren las superfícies de plazas y rincones, creando una crosta que mal esconde la herida, todas las personas que estan viviendo sin higiene ni privacidad en el duro asfalto de Port au Prince. Y en la otra acera la placa de una conocida ONG en la reja de una de las mansiones alquiladas a precios que rondan los 1.500 US$ mensuales.
Todos conviven en Port au Prince, los ricos, los pobres, las ratas, la porquería, y ahora también los restos del terremoto. Y cada cual hace su vida sin preocuperse por los otros, sin mirar qué pisan, sin hacerse muchas preguntas.
La nueva postal de Haití es la imagen del Palacio Nacional, medio derruído, que nadie ha tocado todavía.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Fiestas
¡Ya hace más de un mes que estoy en Karis!
Viendo que no consigo ponerme al día en escribir artículos serios en el blog, he decidido no pensármelo tanto y escribir más improvisadamente lo que va ocurriendo en el día a día.
La semana pasada fue la fiesta patronal de Karís, Santa Elena. Algunos días antes ya estaba todo el pueblo herviendo de actividad preparándose para la fiesta mayor, las chicas haciéndose trenzas y comprándose ropas vistosas de segunda mano, los chicos abrillantando los zapatos o entrenando para el partid de fútbol o la carrera de bicicletas, las señoras ensayando en el coro para la gran misa del día de la patrona, los niños haciendo corrillo alrededor de los chiringuitos de buñuelos y dulces que iban apareciendo aquí y allá,las familias animadas con los familiares lejanos llegados por las fechas festivas. En casa limpiaron todas las cortinas, enjabonaron las paredes y compraron un par de gallinas.
Durante toda la semana hubo baile, carrera de bicicletas y de caballos, majorets, la gran misa que tuvieron que hacer doble porque la gente no cabía en la iglesia, y en fin, mucho movimiento y animación.
Yo participé de unas cuantas actividades, pero también me mantuve bastante a cubierto. Así como los habitantes de Karis ya están habituados a verme por aquí, los múltiples visitantes de estos días, ávidos de juerga, me convierten en centro de atención en cuanto me ven. Y debo admitir que a veces se me agota el buen humor, jejejé. Pero bueno, después del temporal siempre vuelve la calma, como dice el dicho popular, y espero que poco a poco Karis recobre la rutina y para mi disminuya el porcentaje de propuestas diarias de matrimonio, jajajajá.
En cualquier caso, y sin respiro después de los días festivos, tuvimos el bautizo de Dadá, la pequeña de 2 años adoptada en la casa donde vivo. Mi creencia de que era huérfana se esfumó al ver aparecer a sus padres biológicos. Ellos están separados y viven en otra ciudad, por eso dejaron a la niña con esta familia de amigos.
Así que por la mañana temprano ya había bastantes personas trajinando por casa, haciendo comida y poniendo guirnaldas en el patio. Pero imaginad que con todas la mujeres que hay en la casa, todo el mundo ajetreado, acabaron enviándome a mi a la iglesia para hacer el papel de madre de la criatura! Suerte que al menos sí estaban la madrina y el padrino, y la pequeña Fló que se atavió su vestido rosa de los domingos para acompañarnos. La ceremonia era conjunta para todos los niños del pueblo, así que la iglesia estaba llena y cada uno fue pasando por el agua bendita. Dadá fue bautizada como Renalda y con el apellido de su padre biológico. Y luego cada uno para su casa a hacer la fiesta. Allí ya habían preparado unas grandes bandejas de arroz con frijoles, y estas estaban encima de la gran mesa barnizada con las 10 sillas talladas, en la sala cenicienta de la nueva casa de bloques de hormigón sin revocar que está en construcción desde hace 5 años y que ya tiene goteras. Pero todo el mundo feliz, de pie alrededor de esa mesa, brindamos con una pequeña botella de sidra, e hicimos los honores a la fiesta de ese angelito que tenemos en casa y que todos queremos. Así que aunque oficialmente no los sea, me considero un poco la madrina de la pequeña Renalda.
Ahí os dejo algunas fotos del bautizo:
Viendo que no consigo ponerme al día en escribir artículos serios en el blog, he decidido no pensármelo tanto y escribir más improvisadamente lo que va ocurriendo en el día a día.
La semana pasada fue la fiesta patronal de Karís, Santa Elena. Algunos días antes ya estaba todo el pueblo herviendo de actividad preparándose para la fiesta mayor, las chicas haciéndose trenzas y comprándose ropas vistosas de segunda mano, los chicos abrillantando los zapatos o entrenando para el partid de fútbol o la carrera de bicicletas, las señoras ensayando en el coro para la gran misa del día de la patrona, los niños haciendo corrillo alrededor de los chiringuitos de buñuelos y dulces que iban apareciendo aquí y allá,las familias animadas con los familiares lejanos llegados por las fechas festivas. En casa limpiaron todas las cortinas, enjabonaron las paredes y compraron un par de gallinas.
Durante toda la semana hubo baile, carrera de bicicletas y de caballos, majorets, la gran misa que tuvieron que hacer doble porque la gente no cabía en la iglesia, y en fin, mucho movimiento y animación.
Yo participé de unas cuantas actividades, pero también me mantuve bastante a cubierto. Así como los habitantes de Karis ya están habituados a verme por aquí, los múltiples visitantes de estos días, ávidos de juerga, me convierten en centro de atención en cuanto me ven. Y debo admitir que a veces se me agota el buen humor, jejejé. Pero bueno, después del temporal siempre vuelve la calma, como dice el dicho popular, y espero que poco a poco Karis recobre la rutina y para mi disminuya el porcentaje de propuestas diarias de matrimonio, jajajajá.
En cualquier caso, y sin respiro después de los días festivos, tuvimos el bautizo de Dadá, la pequeña de 2 años adoptada en la casa donde vivo. Mi creencia de que era huérfana se esfumó al ver aparecer a sus padres biológicos. Ellos están separados y viven en otra ciudad, por eso dejaron a la niña con esta familia de amigos.
Así que por la mañana temprano ya había bastantes personas trajinando por casa, haciendo comida y poniendo guirnaldas en el patio. Pero imaginad que con todas la mujeres que hay en la casa, todo el mundo ajetreado, acabaron enviándome a mi a la iglesia para hacer el papel de madre de la criatura! Suerte que al menos sí estaban la madrina y el padrino, y la pequeña Fló que se atavió su vestido rosa de los domingos para acompañarnos. La ceremonia era conjunta para todos los niños del pueblo, así que la iglesia estaba llena y cada uno fue pasando por el agua bendita. Dadá fue bautizada como Renalda y con el apellido de su padre biológico. Y luego cada uno para su casa a hacer la fiesta. Allí ya habían preparado unas grandes bandejas de arroz con frijoles, y estas estaban encima de la gran mesa barnizada con las 10 sillas talladas, en la sala cenicienta de la nueva casa de bloques de hormigón sin revocar que está en construcción desde hace 5 años y que ya tiene goteras. Pero todo el mundo feliz, de pie alrededor de esa mesa, brindamos con una pequeña botella de sidra, e hicimos los honores a la fiesta de ese angelito que tenemos en casa y que todos queremos. Así que aunque oficialmente no los sea, me considero un poco la madrina de la pequeña Renalda.
Ahí os dejo algunas fotos del bautizo:
Las tres mujeres de casa que fuimos a la iglesia |
los padrinos y la "mamá" de conveniencia |
la iglesia enguirnaldada para el bautizo comunitario |
y la pequeña Dadá también enguirnaldada como una princesita |
los invitados alrededor de la mesa (básicamente los amigos de los padres biológicos) |
La maravillosa abuela adoptiva, verdadera madrina de corazón pero no oficial, que sin embargo se mantuvo toda la fiesta en un discreto tercer plano. |
Y una sola foto de la fiesta de Karis, las "majorets" haciendo el pasacalles con toda la comitiva de niños animados a su alrededor:
lunes, 9 de agosto de 2010
Algunas fotos de Karis
Un paseo rápido por Karís:
Una reunión en SKDK, en la sala cubierto exterior que contruyeron hace un par de años en el terreno de la oficina de SKDK para realizar seminarios y reuniones. |
En la zona más urbana hay un sistema de agua corriente canalizada que lleva un grifo a casi todas las casas. Pero a las afueras el agua se toma de las fuentes comunitarias o del río. |
Las calles de Karis son de uso común. Sentarse a tomar el aire, charlar, tender la ropa limpia o extender los frijoles al sol. |
"La Amistad en Amor es la más bella de las armas de Futuro" escrito en la fachada de una casa. |
Estos son las y los estudiantes del Centro de Formación Profesional de Karis, donde se estudian los módulos de Técnico Agrícola y Contrucción de Edificios. |
Cómo las cosas van cambiando poco a poco en Karis. Podemos tener fe en que el mundo puede mejorar.
(Para las personas que no conocen SKDK y Karis recomiendo leer primero los apartados "Motivaciones" y "Karis y SKDK")
Ya hace más de 3 semanas que estoy en Karis. He tenido tiempo de pasear, hablar con la gente, observar... acoplando mi ritmo al de la comunidad, pues ya me han dicho unas cuentas veces que ando demasiado deprisa, jejeje. Y ya hace algunos días que tengo ganas de escribir algunas de las sensaciones que me transmite.
Ya hace más de 3 semanas que estoy en Karis. He tenido tiempo de pasear, hablar con la gente, observar... acoplando mi ritmo al de la comunidad, pues ya me han dicho unas cuentas veces que ando demasiado deprisa, jejeje. Y ya hace algunos días que tengo ganas de escribir algunas de las sensaciones que me transmite.
Alguna cosa ha cambiado en las gentes de Karis desde la última vez que estuve aquí en 2008, hace 2 años.
Los primeros en quien percibí eso fueron los compañeros del SKDK. Las personas han madurado, han ganado confianza en sí mismos y en la asociación, confianza en que pueden hacer algo para mejorar las cosas y que lo están haciendo, confianza en sus sueños y e ideas, y responsabilidad en sus actos y palabras. El SKDK empezó como un brote que con sus hojas brillantes daba cobijo a algunos ideales, proyectos y muy buenas intenciones. Ahora ya es un árbol dando frutos, los proyectos que poco a poco van materializándose y madurando, y pronto dará semillas.
Ahora hay más personas involucradas en la organización, los más veteranos están traspasando responsabilidades a los siguientes, creándose un buen contrapunto entre experiencia y nuevas energías, y llevando el motor de base que sostiene los nuevos proyectos algunos aún tambaleantes.
Pero el cambio que más me gustó percibir es el de la gente de la comunidad. Indicios sutiles pero muy esperanzadores de un cambio en la actitud de cada vez más personas. Me sorprendió sobretodo al principio no oír con tanta frecuencia el tan a menudo agotador “blanco! Dame un dólar”, que antes nos acompañaba siempre en los trayectos por la comunidad, haciendo eco en los niños que nos encontrábamos y muchas veces incentivado por los respectivos progenitores. Ahora cada vez más la gente me dice “bon jou! Kumman w ye?” (buenos días! Cómo estás?), y se acercan para preguntarme cómo me llamo y qué hago en Karis. Casi todos ya conocen el SKDK y la mayoría también el Centro de Formación Profesional. Sienten curiosidad por qué me atrae de esta comunidad, y entonces empezamos a hablar de las cosas buenas de esta tierra fértil, la fuerza de sus gentes y el bonito proyecto que están desarrollando como comunidad, y ellos me explican orgullosos con una sonrisa como han participado en uno u otro proyecto y sus propias iniciativas para mejorar la vida en su casa o su campo. Ya hemos tenido también varias conversaciones improvisadas sobre la forma de construir, la tragedia del terremoto ha despertado una gran inquietud en ese sentido, y muchos se cuestionan la calidad de los edificios de cemento. Otros comentan la problemática del agua, ya sea el exceso que produce riadas y se lleva las tierras y las cosechas, o bien la dificultad para acceder a un agua tratada potable. Ya hace varios años que cada temporada las cosechas son menores, las fuertes lluvias incontrolables se llevan los brotes tiernos de arroz, las flores de los mangos y pudren los frijoles en su mata. Los campesinos hacen canales, diques e intentan hacer cultivos mixtos que puedan protegerse los unos a los otros. Y este año además se ha sumado el aumento de la población por la llegada de los exiliados de Port-au-Prince. Pero en paralelo tenemos a los jóvenes estudiantes del Centro de Formación Profesional, ilusionados, fuertes, responsables y formándose para ser futuros técnicos agrícolas y constructores, emprendedores que pueden generar prosperidad en su comunidad.
Esa es la principal evolución, percatarse que las propias personas tienen la capacidad y la fuerza para hacer cambiar las cosas, que todos pueden participar, y que es responsabilidad de todos hacer que ese cambio sea a mejor.
Y aquí estoy yo, agradecida por el privilegio de encontrarme en esta tierra-madre, de poder compartir el camino de estas gentes, y diciéndome a mi misma que también es mi responsabilidad hacer que ese cambio sea a mejor, pues estoy aquí, ahora soy una más de esta comunidad, cada uno de mis gestos es importante tanto como el de los otros, y todos juntos hacemos el camino al andar.
jueves, 29 de julio de 2010
trabajo intenso
Hace varios días que estamos trabajando intensamente con el documento del Plan de Estudios del Centro de Formación Profesional. Está llevando más tiempo y energía de la que esperábamos. Empezamos el sábado preveiendo cerrarlo el lunes, pero cada día, después de toda la tarde de trabajo vemos que aún demorará un día más.
Tengo ganas de explicar algunas cosas de la última semana: la reunión de coordinación del CFPC, la fiesta del distrito de Bois Gamel, las clases de español que ya empecé con los estudiantes del CFPC, la visita a la casa del proyecto de cabritos que proyectamos con Roger, y sobretodo las primeras reflexiones sobre la situación aquí.
A ver si conseguimos acabar ya este documento que nos tiene absorvidos y puedo escribir otras cosas, jeje, que ya se me están acumulando! Y el sábado próximo me ha dicho Oden, la mujer de la casa donde vivo, que iremos todos a plantar el campo :)
Tengo ganas de explicar algunas cosas de la última semana: la reunión de coordinación del CFPC, la fiesta del distrito de Bois Gamel, las clases de español que ya empecé con los estudiantes del CFPC, la visita a la casa del proyecto de cabritos que proyectamos con Roger, y sobretodo las primeras reflexiones sobre la situación aquí.
A ver si conseguimos acabar ya este documento que nos tiene absorvidos y puedo escribir otras cosas, jeje, que ya se me están acumulando! Y el sábado próximo me ha dicho Oden, la mujer de la casa donde vivo, que iremos todos a plantar el campo :)
sábado, 24 de julio de 2010
A la busca y captura de bambou
Primera misión encargada por los compañeros colombianos de Semillas de Agua que están trabajando en la formación para el uso del bambú: estudiar el potencial del bambú de la región.
Así que con la ficha que nos han mandado por e-mail nos diponemos a recorrer el valle buscando rodales de la preciada caña. El equipo está formado por los alumnos del Centro de Formación Profesional, tanto del curso de Técnico Agrícola como del de Construcción y los profesores responsables. En otra entrada explicaré mejor qué es el Centro de Formación Profesional, y también podeis echar un vistazo a la parte de "motivación".
Algunos con botas y machetes, otr@s con faldas y sandalias, nos adentramos en los arrozales, campos y bosques de Savannsal. Barro y agua, y verde y marrón, y azul y blanco del cielo, y un grupo de jóvenes animados por los sutiles senderos.
Llegamos al primel rodal de bambú. Y sin no poca descordinación y alboroto conseguimos descifrar las instrucciónes y medir el bambú, así como el número de cañas vivas, enfermas y muertas.
Bueno, ni és más que un puñado de cañas aisladas, y las varas no están demasiado saludables...
Pero ya está, ya sabemos como se hace, ahora sólo falta encontrar más bambú.
Un señor nos dice que tiene "un jardín de bambú" y que nos puede acompañar ¡Bien!
Caminamos y caminamos, y caminamos más, y cruzamos un río, y empezamos a subir la montaña, subir y subir entre los brotes incipientes de maíz y frijoles, el sol que bate en nuestras cabezas. Algunos ánimos empiezan a desfallecer... "esto no es lo que habíamos previsto, nadie habló de subir al monte" "ya es casi medio día y tengo hambre" " me duele una pierna"... y el bambú que no aparece.
Pero sí, ahí está, escondido en un pliegue de la montaña.
Hacemos todo el estudio, ahora con la velocidad que nos inducen el retumbar de los truenos en el cielo y el rugir de los estómagos.
¡Buen trabajo equipo!
Así que con la ficha que nos han mandado por e-mail nos diponemos a recorrer el valle buscando rodales de la preciada caña. El equipo está formado por los alumnos del Centro de Formación Profesional, tanto del curso de Técnico Agrícola como del de Construcción y los profesores responsables. En otra entrada explicaré mejor qué es el Centro de Formación Profesional, y también podeis echar un vistazo a la parte de "motivación".
Algunos con botas y machetes, otr@s con faldas y sandalias, nos adentramos en los arrozales, campos y bosques de Savannsal. Barro y agua, y verde y marrón, y azul y blanco del cielo, y un grupo de jóvenes animados por los sutiles senderos.
Llegamos al primel rodal de bambú. Y sin no poca descordinación y alboroto conseguimos descifrar las instrucciónes y medir el bambú, así como el número de cañas vivas, enfermas y muertas.
Bueno, ni és más que un puñado de cañas aisladas, y las varas no están demasiado saludables...
Pero ya está, ya sabemos como se hace, ahora sólo falta encontrar más bambú.
Un señor nos dice que tiene "un jardín de bambú" y que nos puede acompañar ¡Bien!
Caminamos y caminamos, y caminamos más, y cruzamos un río, y empezamos a subir la montaña, subir y subir entre los brotes incipientes de maíz y frijoles, el sol que bate en nuestras cabezas. Algunos ánimos empiezan a desfallecer... "esto no es lo que habíamos previsto, nadie habló de subir al monte" "ya es casi medio día y tengo hambre" " me duele una pierna"... y el bambú que no aparece.
Pero sí, ahí está, escondido en un pliegue de la montaña.
Hacemos todo el estudio, ahora con la velocidad que nos inducen el retumbar de los truenos en el cielo y el rugir de los estómagos.
¡Buen trabajo equipo!
miércoles, 21 de julio de 2010
report rápido de llegada
Llegué a República Dominicana el martes 13 de julio, y el jueves 15 fui directamente a Karis en el coche con Fanor. No he visto mucho de Haití, porque entré por la frontera norte, Dajabon-Wanamint, que está más cerca de Karis. Puedo decir sólo que Wanamint parece haber crecido, pero la “carretera” a Karis está mal como siempre, no es mucho más que un camino arcilloso y rocoso por las montañas que recorremos por casi dos horas. Esta es la ruta que hacen todos los productos que se quieran traer a Karis, y este es un dato importante a considerar en el momento de pensar de qué materiales podemos disponer.
Hace años que dicen que se ha de acabar la carretera que una Wanamint y Por-au-Prince, pero por ahora sólo está hecha la parte de Port-au-Prince a Hinche.
En Karis la vida sigue aparentemente igual de tranquila que antes, el terremoto no sacudió mucho esta tierra. Quien más quien menos tiene algún familiar o amigo que murió en la capital, pero no quieren hablar de eso.
En casi todas las casa hay gente llegada de Port-au-Prince. Dicen que muchos de los que vinieron ya volvieron. Y los que se quedaron se esfuerzan por adaptarse e integrarse a la vida aquí. Algunos de ellos ya están trabajando en alguno de los programas del SKDK y la comunidad, y esto supone una buena ayuda para todos, ya que la mayoría de ellos son personas que han estudiado y están formadas.
A mi me hicieron una muy buena acogida. Ya hemos empezado a organizar el trabajo con el SKDK, y ayer en el Centro de formación Profesional me recibieron con varias canciones, un poema y hasta un gag humorístico que los alumnos prepararon para mi, jeje, me emocioné. Hay muy buena disposición para trabajar todos juntos y creo que nos entenderemos bien con los profesores. Los cursos en la Escuela Profesional se verán interrumpidos por las fiestas de Karis en el mes de agosto. Por esto la formación específica con los alumnos empezará a inicios de septiembre. Así que tenemos hasta entonces para preparar bien el curso y yo puedo mejorar mi dominio del Creol, lengua de Haití, que ya ando chapurreando todo el día.
Estoy viviendo con una familia, gente sencilla que me cuida muy bien y no me falta de nada. Esto me permite integrar-me mejor y entender un poco más de la vida aquí. Los niños, juguetones y alegres todo el día, son unos buenos maestros.
En casa no tengo electricidad, pero he encontrado un rincón tranquilo en la nueva oficina de unos de los programas del SKDK, donde tienen un generador de electricidad y también internet.
Pero ahora es época de lluvias, y eso significa que a partir del mediodía el cielo se oscurecen y las nubes se pasan toda la tarde llorando. Entonces es momento de refugiarse en casa y compartir la vida familiar.
Hace años que dicen que se ha de acabar la carretera que una Wanamint y Por-au-Prince, pero por ahora sólo está hecha la parte de Port-au-Prince a Hinche.
En Karis la vida sigue aparentemente igual de tranquila que antes, el terremoto no sacudió mucho esta tierra. Quien más quien menos tiene algún familiar o amigo que murió en la capital, pero no quieren hablar de eso.
En casi todas las casa hay gente llegada de Port-au-Prince. Dicen que muchos de los que vinieron ya volvieron. Y los que se quedaron se esfuerzan por adaptarse e integrarse a la vida aquí. Algunos de ellos ya están trabajando en alguno de los programas del SKDK y la comunidad, y esto supone una buena ayuda para todos, ya que la mayoría de ellos son personas que han estudiado y están formadas.
A mi me hicieron una muy buena acogida. Ya hemos empezado a organizar el trabajo con el SKDK, y ayer en el Centro de formación Profesional me recibieron con varias canciones, un poema y hasta un gag humorístico que los alumnos prepararon para mi, jeje, me emocioné. Hay muy buena disposición para trabajar todos juntos y creo que nos entenderemos bien con los profesores. Los cursos en la Escuela Profesional se verán interrumpidos por las fiestas de Karis en el mes de agosto. Por esto la formación específica con los alumnos empezará a inicios de septiembre. Así que tenemos hasta entonces para preparar bien el curso y yo puedo mejorar mi dominio del Creol, lengua de Haití, que ya ando chapurreando todo el día.
Estoy viviendo con una familia, gente sencilla que me cuida muy bien y no me falta de nada. Esto me permite integrar-me mejor y entender un poco más de la vida aquí. Los niños, juguetones y alegres todo el día, son unos buenos maestros.
En casa no tengo electricidad, pero he encontrado un rincón tranquilo en la nueva oficina de unos de los programas del SKDK, donde tienen un generador de electricidad y también internet.
Pero ahora es época de lluvias, y eso significa que a partir del mediodía el cielo se oscurecen y las nubes se pasan toda la tarde llorando. Entonces es momento de refugiarse en casa y compartir la vida familiar.
una consideración sobre el idioma
Decidí escribir este blog en español para hacerlo accesible al máximo número de amigos y personas que me indicaron su interés por esta aventura en Haití.
Amig@s y compañer@s catalans, españoles, brasileros, franceses y haitianos, mismo de otros lugares del mundo. El español es una de mis lenguas maternas y a la vez bastante comprensible para la mayoría. Espero que nadie se ofenda. Igualente los que me conoceis ya sabeis que no consigo hablar sin acabar mezclando todas las lenguas que chapurreo, jejejé.
Amig@s y compañer@s catalans, españoles, brasileros, franceses y haitianos, mismo de otros lugares del mundo. El español es una de mis lenguas maternas y a la vez bastante comprensible para la mayoría. Espero que nadie se ofenda. Igualente los que me conoceis ya sabeis que no consigo hablar sin acabar mezclando todas las lenguas que chapurreo, jejejé.
martes, 6 de julio de 2010
inauguració del blog
i aprofito per informar de la festa de comiat el diumenge 11 de juliol
magnífic pícnic sota els arbres del parc de la ciutadella
magnífic pícnic sota els arbres del parc de la ciutadella
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